Sagunto, la capital del Camp de Morvedre, es una auténtica cuna de nuestra historia. Este asentamiento de la antigua Iberia conocido como Arse, unía como ruta comercial la costa meridional de la Galia con la península Ibérica. Con el tiempo, esta población daría lugar a la ciudad romana de Saguntum.
A lo largo de los siglos, este enclave estratégico ha ido pasando por distintas culturas y civilizaciones. Los primeros en asentarse fueron los pueblos que habitaban la península Ibérica.
Más tarde con la llegada de los romanos y la transformación de Iberia a Hispania pasaría bajo dominio romano. Siglos después las huestes bárbaras se asentarían con la caída del imperio romano dando paso al Reino Visigodo. En el año 711 las tropas árabes invadieron la península ibérica, y empezó una nueva época de esplendor en manos de los musulmanes, artífices de la mayor parte de la muralla.
En lo alto de una colina, se encuentra el castillo de Sagunto, una impresionante fortaleza romana desde donde se podía controlar todo el territorio. El castillo consta de siete recintos independientes que podemos visitar entre los que destacan las ruinas de edificios públicos o religiosos de la época.
En la Plaza del dos de Mayo, la Plaza de los estudiantes, y la Plaza de Armas se encuentra el núcleo más antiguo de la fortificación. En ella aún se conservan los restos del antiguo foro romano junto con capiteles y fustes romanos.
En la Plaza de Conejera aún se aprecian también los restos de la ocupación árabe a través de un aljibe de nueve pilares. Finalmente, en la Plaza de la Ciudadela y la Plaza de San Fernando podremos encontrar el Antiguarium epigráfico donde podremos visitar una valiosa exposición de epigráficas latinas, ibéricas y hebreas.
Al lado del castillo se encuentra el teatro romano, Fue construido en el siglo 1 d.C durante el reinado del emperador Tiberio. Aprovechando la pendiente del terreno los romanos edificaron sobre la ladera de la montaña lo que posteriormente sería un teatro con una capacidad de hasta 4000 personas.
