El zoo de Berna se puede visitar los 365 días del año.
Entre el río Aar y el bosque Dählhölzli, y bajo el lema «más espacio para menos animales», es hogar de numerosas especies autóctonas y exóticas.
La zona fuera del vivario es la mitad del zoo y de libre acceso. Pueden observarse especies nórdicas, como cabras montesas, castores o jabalís. La entrada al vivario y al terreno adjunto es de pago. Aquí viven, entre otros, monos, frailecillos y búhos reales y nivales.
También se pueden observar las focas chapotear y los osos alborotando en el bosque de los osos. Destaca también la pasarela para visitantes por encima del bosque Wisent.
Por último, en el zoo infantil los niños pueden ver de cerca ovejas, ponis y minicerdos, observar cómo se alimentan algunas especies, pasear en coche de caballos o jugar en el parque infantil.
Las barbacoas junto al recinto de los lobos y el restaurante Dählhölzli en el río Aar invitan a relajarse.
Todos los caminos son accesibles en silla de ruedas.
El zoo ofrece multitud de eventos como pasar un día con un cuidador, visitas nocturnas, fiestas de cumpleaños para niños y muchos más.
