El Chasseral es una montaña desde la que tienes unos excelentes panoramas de todos los alrededores.
Es al mismo tiempo el punto más alto y el centro del parque natural del mismo nombre. Un paraíso para los amantes de la naturaleza.
El parque se encuentra en un cruce de culturas, la alemana y la francófona, industrial y artesanal, urbana y rural. El Chasseral nos traslada al mundo de las queserías, del chocolate y, sobre todo, a orillas del Lago de Biel, del vino.
El pico de la montaña Chasseral es uno de los más altos de las montañas de Jura y ofrece multitud de actividades para realizar.
Toda la naturaleza de esta montaña la puedes recorrer fácilmente por los senderos, y los que quieren llegar a alturas mayores, podrán hacer una excursión por las crestas, llegando a un monumento del Chasseral que puede verse ya desde lejos, la instalación de telecomunicación, símbolo de la estrecha relación entre tecnología y tradición, hombre y naturaleza.
Para muchos este lugar es uno de los lugares que mejor representa ese espíritu local de la unión de las tradiciones de siglos, con lo más moderno.
La energía del parque natural Chasseral viene demostrada no sólo por las plantas de energía eólica y solar que son desde hace tiempo típicos monumentos de la región, sino también por las ideas innovadoras de sus habitantes.
Y después de hacer un poco de actividad física por las laderas de Chasseral, tienes que sacar tiempo para disfrutar de la otra clase de placeres que encuentras en estos alrededores.
Allí encuentras algunas de las granjas donde se hacen algunos de los mejores quesos de la región, así como lugares que hacen chocolates y vinos.
Jura es un auténtico pico de las exquisiteces. Nos encontramos en el mundo de las queserías, del chocolate y, sobre todo a orillas del Lago Biel, del vino. Quien desea descubrir sus secretos, debe emprender el sendero de la viticultura.
Muchos de los visitantes prefieren esta parte de la reserva natural y llegan hasta las orillas del cercano Lago Biel, para seguir la ruta de los viñedos, que los lleva por diferentes bodegas donde pueden aprender de todo el proceso para estos exquisitos vinos, desde el cultivo de las uvas hasta el resultado final, y hasta aprender a reconocer sus sabores.
Los visitantes del parque aprenden tradiciones vivas y pueden saborear las especialidades rústicas en las numerosas tabernas típicas de montaña (Métairies).
