raza boyero bernés

Al contemplar un Berner Sennenhund, se destaca la armonía de su conjunto. Sólida estructura, andar potente y majestuoso, lo que ha llevado a que sobre él se escriba “es el perro más hermoso del mundo”.

El Boyero de Berna, como dicen los entendidos es el “perro más bello del mundo” pero su belleza exterior solo es comparable con su maravilloso carácter. Es indescriptible la calidez y la dulzura que pueden llegar a transmitir en su mirada.

Para descubrir los orígenes del Boyero de Berna, uno debe viajar siglos atrás en el tiempo y buscar las montañas y remotos valles del interior de Suiza, país donde la raza se originó.

Los antepasados de este popular perro suizo vivieron y trabajaron con los granjeros celtas de aquellos primeros tiempos protegiendo tanto a las personas como al ganado contra sus predadores naturales. El desarrollo de la raza, su selección, habilidades naturales y temperamento se explican atendiendo a la particular idiosincrasia de la región en la que habitaba.

Habitualmente, los granjeros suizos tenían una media de cuatro o cinco vacas que pastaban en terrenos de más de una hectárea. Al no existir todavía las lecherías mecanizadas y no ser habitual la explotación del ganado estabulado, los granjeros ordeñaban a sus vacas en el mismo prado, vertiendo después la leche del cubo en las grandes frascas que llevaban los Boyeros en sus carritos.

Los perros, fuertes y trabajadores, eran mucho menos pesados que un caballo, además de contar con un mejor agarre para moverse por los pastos mojados y resbaladizos. Estos mismos perros pasaban la mayor parte del día haciendo compañía a su amo en el campo o al resto de la familia dentro de la casa.

Por lo tanto, el deseo de los granjeros suizos era tener un perro grande y fuerte, resistente pero a la vez tranquilo y sosegado, de carácter afable pero que mantuviese un ojo y un oído puestos en vigilar los alrededores de la granja, incluso cuando el granjero se iba al pueblo.

El Boyero de Berna es un animal de apariencia imponente y atractiva. Grande, fuerte y musculoso y dotado de un pelaje profuso de color negro, con el pecho, hocico y parte de la cara blancos, además de las características manchas de color fuego.

Todo ello le da una belleza especial y una apariencia bondadosa junto con su gran adaptabilidad les han significado un lugar en el corazón de las familias de todo el mundo.

A pesar de ser un buen perro de guardia, tiene un temperamento nada dominante, por lo que es muy fácil convivir con él. Ello no significa que no tenga una elevada dosis de orgullo y de confianza en sí mismo, pero la verdad es que no parece estar nunca fuera de lugar. Por su  gran inteligencia  a veces pueden ser un poco tercos cuando no ven sentido en los órdenes recibidos.

El Boyero de Berna destaca por tener un carácter tranquilo, dócil, amable , equilibrado y pacífico, sobre todo a medida que crece. A pesar de ser un perro seguro, decidido e independiente, también es muy leal y afectuoso, llegando a crear un vínculo incondicional con su amo.

Su gran instinto de perro guardián hace que se muestre algo reservado y vigilante con los desconocidos, pero tiene muy buen carácter por lo que, con una correcta socialización cuando es cachorro es un can que no dará ningún tipo de problemas ni con las personas ni con otros perros, y  que puede relacionarse perfectamente con otros animales como gatos y pájaros.

Su paciencia y sus ganas de jugar hace que los más pequeños de la casa tengan en el Boyero de Berna un compañero ideal.