Subida al Miguelete

 

Subida al Miguelete

 

La torre del Miguelete que preside la Catedral de Valencia es uno de los puntos más icónicos de la ciudad. Es una torre de 63 metros de altura, con forma de prisma octogonal y de estilo gótico valenciano.

Una estrecha escalera de caracol con 207 empinados escalones nos reta para ascender al Miguelete, al campanario de la catedral y uno de los lugares más emblemáticos de Valencia.

Para no desfallecer en el intento, una respiración tranquilas y subir sin prisa serán nuestros mejores aliados para alcanzar la meta.

A medida que vas subiendo te encuentras con tres salas

La prisión: es una estancia que se utilizaba para acoger a los que llegaban a la catedral huyendo de la justicia. Tiene una ventana y sólo se ilumina un día al año, el 15 de agosto, día de la Ascensión de la Virgen.

La Sala del campanero: Una habitación con dos ventanas y bóvedas para uso de los campaneros. Los campaneros podían llegar a subir 300 veces al año. Actualmente esta sala no se visita.

 

La Sala de las campanas.

 

Está abierta por ocho ventanales, todos ellos cubiertos por campanas menos uno en el que está la escalera de caracol. Es la única sala que se puede visitar todas las mañanas y los días de toque,  siempre bajo la vigilancia de los campaneros de la catedral.

Al final del camino está la recompensa, un  espectáculo colosal. La cima del Miguelete regala una visión impresionante de la ciudad.

Todo está al alcance: Viveros, el casco antiguo, la estrafalaria Ciudad de las Ciencias, Mestalla, la finca de hierro, la Pagoda, la estación de autobuses, la Plaza Redonda, las Torres de Serranos, las de Quart. Podría pasar allí horas y horas.

Mirando o simplemente dejando la mente vagar por la historia que han vivido cada uno de esos rincones. Es fascinante, jamás había contemplado esas vistas.

Fue la primera vez que subí al Miguelete pero seguro es que no será la última.