Jura bernés, una joya escondida de naturaleza y cultura
El Jura bernés, la región más noroccidental del cantón de Berna, es un verdadero descubrimiento para los amantes de la naturaleza, los entusiastas de la cultura y los aventureros.
Esta región, caracterizada por sus impresionantes paisajes y su rica diversidad cultural, combina armoniosamente la belleza escarpada de la naturaleza con el encanto de las formas de vida tradicionales.
Paisaje – Una oda a la naturaleza
El paisaje del Jura bernés parece sacado de un cuadro. Colinas onduladas y valles profundos se alternan con majestuosas paredes rocosas y densos bosques. Aquí se puede hacer senderismo por una cresta alpina un día y descender a un valle de cuento de hadas al día siguiente, donde se puede escuchar el suave murmullo de un arroyo de montaña.
Las sierras del Jura ofrecen vistas panorámicas inolvidables, especialmente el Chasseral, el punto más alto de la región con 1.607 metros. Desde la cima, se abre un panorama impresionante, que se extiende desde los Alpes berneses hasta el Mont Blanc.
Lo más destacado es el idílico valle del Doubs, que se extiende a lo largo de la frontera con Francia. El río Doubs serpentea pintorescamente a través de los bosques y forma la frontera natural entre Suiza y Francia. Aquí se puede disfrutar de la naturaleza tranquila e intacta en tranquilas excursiones en barco o caminatas.
Influencias culturales
La región del Jura es muy emocionante desde el punto de vista cultural, ya que combina una mezcla de tradiciones francesas y suizas. Los habitantes hablan principalmente francés, lo que le da al Jura bernés un estilo especial y lo distingue de las áreas de habla alemana del cantón.
Históricamente, la proximidad de la región a Francia ha absorbido numerosas influencias del otro lado de la frontera, lo que se refleja en su arquitectura, costumbres y cocina.
Hay muchos pueblos en el Jura bernés que cuentan su historia. Uno de ellos es la encantadora ciudad de Moutier, que atrae a los visitantes con sus edificios históricos, calles estrechas y una fascinante catedral. Sin embargo, la pequeña ciudad hace poco ha solicitado el cambio al cantón de Jura y los votantes lo han aprobado.
La región también es conocida por su relojería, que tiene una larga tradición y comparte el patrimonio de las ciudades cercanas de La Chaux-de-Fonds y Le Locle, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Ofertas turísticas – aventura y relajación
El Jura bernés es un paraíso para las actividades al aire libre. En verano, innumerables rutas de senderismo y ciclismo de montaña invitan a explorar la región. El sendero de la cresta del Jura, que se extiende sobre las suaves colinas y recompensa a los excursionistas con vistas impresionantes, es particularmente popular.
Para aquellos que prefieren un ritmo más tranquilo, también pueden explorar la región a caballo: los caminos de herradura conducen a través de densos bosques y amplios pastos, y muchas granjas ofrecen paseos guiados a caballo.
Para los aventureros, también hay numerosas rocas de escalada y vías ferratas, que ofrecen un desafío, especialmente en las gargantas del valle de Birs.
Y en invierno, la región se convierte en la meca de los esquiadores de fondo y los excursionistas con raquetas de nieve que quieren sumergirse en el paisaje nevado y tranquilo.
Pero no son solo los amantes de la naturaleza los que obtienen el valor de su dinero: el Jura bernés también tiene mucho que ofrecer culturalmente. Museos como el Museo del Reloj de Saint-Imier o el Museo de Arte de La Neuveville ofrecen una visión de la historia y la escena artística local.
También hay numerosos festivales y mercados que tienen lugar durante todo el año y celebran la rica tradición de la región. Uno de los más populares es el «Marché Concours» en Saignelégier, un gran festival de caballos que atrae anualmente a jinetes, criadores y visitantes de toda Suiza y los países vecinos.
Delicias culinarias
El Jura bernés también tiene mucho que ofrecer en términos de delicias culinarias. Los platos típicos son abundantes y sencillos, perfectos para los excursionistas hambrientos. La región es particularmente conocida por sus especialidades de queso, como el Tête de Moine, que se sirve de una manera única, como finas rosetas.
La «Saucisse d’Ajoie«, una salchicha ahumada, también es un punto culminante culinario que definitivamente debes probar. Por supuesto, una copa de vino local de los viñedos de los alrededores o una cerveza suiza tradicional van bien con ello.
Una joya por descubrir
El Jura bernés es más que una región, es una experiencia. Todo el mundo encontrará algo aquí, ya sea paz y tranquilidad en la naturaleza, desafíos deportivos o descubrimientos culturales. Fuera de los caminos trillados, el Jura bernés ofrece una Suiza auténtica y pura que vale la pena explorar.