La Ofrenda a la Virgen de los Desamparados, el Corazón Emotivo de las Fallas
Los días 17 y 18 de marzo en la Plaza de la Virgen
Entre los muchos momentos especiales de las Fallas, hay uno que toca el alma de los valencianos: la Ofrenda a la Virgen de los Desamparados.
Este acto, cargado de devoción y emoción, es el más importante entre los eventos falleros de carácter religioso.
La Virgen de los Desamparados, patrona de Valencia, es cariñosamente conocida como «La Geperudeta» por la leve inclinación de su cabeza.
Su presencia se siente con fuerza en la ciudad, especialmente en dos momentos clave: el segundo domingo de mayo y, por supuesto, durante la Semana Fallera.
Un Homenaje Floral que Creció con los Años
Todo comenzó en 1945, cuando un grupo de mujeres vestidas de labradoras llevó sus ramos a la Basílica y los depositó a los pies de la Virgen.
Poco a poco, las comisiones falleras se sumaron a esta tradición, y el evento fue ganando en importancia.
Para 1949, la Basílica ya no podía contener tantas flores ni tanta gente, así que la Ofrenda se trasladó a la Plaza de la Virgen, donde se colocaron unos bastidores de madera para organizar los ramos de forma vistosa.
En los años 70, la Ofrenda se extendió a dos días y se convirtió en un auténtico espectáculo. Cada vez más falleros, falleras y hasta personalidades destacadas participaron en este desfile de fe y color. Hoy en día, la Ofrenda reúne a más de 130.000 participantes.
Un Manto de Flores que Sorprende Cada Año
Desde 1987, la imagen de la Virgen que preside la Plaza de la Virgen durante la Ofrenda cuenta con un busto y unas manos esculpidas por el artista fallero José Azpeitia.
El resto del cuerpo es una enorme estructura de madera de 15 metros de altura sobre la que se colocan miles de ramos de flores, formando un impresionante tapiz que cambia cada año.
El diseño del manto es un secreto bien guardado hasta el último momento. La Junta Central Fallera indica a cada comisión qué tipo de flores deben llevar, normalmente claveles rojos, blancos y rosas, y son los 43 «vestidors de la Mare de Déu» quienes se encargan de colocarlas con precisión para completar la obra.
Un Espectáculo de Emoción y Devoción
La Ofrenda arranca el 17 de marzo y se prolonga sin descanso hasta bien entrada la madrugada del 19. La Plaza de la Virgen se convierte en un mar de flores y emociones, con momentos especialmente intensos cuando las falleras entregan sus ramos con lágrimas en los ojos mientras suena el nombre de su comisión por los altavoces.
Si tienes la oportunidad de vivir este acto, te recomendamos asistir el segundo día, cuando el manto ya está completo y la Plaza de la Virgen luce en todo su esplendor. La música, los trajes, los colores y la emoción de los participantes convierten la Ofrenda en un espectáculo inolvidable dentro de las Fallas.