Tomatina en Buñol el 27 de agosto de 2025 de 12 h a 13 h!
La batalla más pacífica del mundo se celebra, como es tradición, el último miércoles de agosto.
Cada año, miles de personas de todo el mundo se dan cita en Buñol para vivir la fiesta más roja, loca y emocionante del verano: La Tomatina.
Un evento único que convierte las calles del pueblo en el escenario de una auténtica batalla campal… ¡de tomates!
Participar en La Tomatina es, sin duda, una de esas experiencias imprescindibles del verano.
No solo por lo surrealista del combate, sino también por su historia curiosa y su ambiente festivo.
Un origen espontáneo convertido en tradición
Todo comenzó el último miércoles de agosto de 1945. Un grupo de jóvenes, algo aburridos durante el desfile de gigantes y cabezudos, decidió abrirse paso entre la comitiva. En el alboroto, uno de los participantes cayó al suelo y, enfadado, empezó a repartir golpes a su alrededor.
Por casualidad, justo allí había un puesto de verduras… y el resto es historia: los tomates volaron, la gente se contagió de la euforia, y lo que empezó como un caos improvisado se convirtió en una batalla vegetal que la policía acabó disolviendo.
Pero al año siguiente, los jóvenes volvieron a la carga, esta vez con tomates traídos de casa. Así, año tras año, nació sin querer una de las fiestas más singulares del planeta. Aunque las autoridades intentaron frenarla en varias ocasiones, los vecinos de Buñol persistieron. Y menos mal: ¡hicieron historia!
Así se vive La Tomatina hoy
La jornada comienza temprano, sobre las 9:00 de la mañana, en la plaza del pueblo. Allí, el Ayuntamiento reparte bollos para coger fuerzas antes del combate.
Poco a poco, el ambiente se caldea: se instala un enorme palo jabonoso con un jamón en lo alto, y los más atrevidos intentan trepar mientras la multitud anima entre risas y vítores.
Desde los balcones caen cubos de agua sobre los asistentes, como preparación para lo que está por venir.
Y entonces, a las 11:00 en punto, un disparo al aire marca el inicio de la batalla. Desde el fondo de la calle aparece el primer camión cargado de tomates, anunciando su llegada con un sonoro bocinazo. Los “soldados” en el remolque lanzan los primeros proyectiles… y cuando el camión descarga su carga, comienza la guerra del tomate.
Durante una hora, decenas de toneladas de tomates vuelan en todas direcciones. Camión tras camión, el pueblo se tiñe de rojo, las carcajadas se mezclan con los gritos de emoción y el suelo se convierte en un mar de salsa.
El segundo disparo indica el final. Y entonces empieza otra batalla: la de las mangueras y cubos para limpiar a los valientes que han participado. Eso sí, todos ya piensan en la Tomatina del año siguiente.
Consejos para sobrevivir (y disfrutar) La Tomatina
Vístete con ropa vieja, que no te importe tirar después. Lo ideal: camiseta blanca para llevarte la foto más icónica.
Calzado cerrado y resistente, que no se te salga en plena batalla. Mejor evitar chanclas.
Gafas de buceo: el tomate pica en los ojos, pero deja la piel suave como nunca. ¡Exfoliación natural!
Si vas a hacer fotos, usa una cámara resistente al agua o una funda protectora.
Si no eres de Buñol y necesitas dormir allí, reservar alojamiento con tiempo.
Llega temprano. El acceso al casco urbano se cierra pronto y solo se puede entrar caminando.
Sigue las indicaciones de seguridad y mantén la distancia con los camiones.
Y lo más importante: disfruta al máximo. No todos los días puedes liberar adrenalina lanzando tomates a desconocidos durante una hora.
La Tomatina es mucho más que una fiesta: es una experiencia salvaje, divertida y única en el mundo. ¿Te animas a vivirla?