La Semana Santa Marinera de Valencia tiene una íntima relación con el mar
Nació junto al mar y quienes la iniciaron, fortalecieron y mantuvieron a través de las distintas épocas, sorteando toda clase de dificultades, fueron personas de la fe de hombres y mujeres que vivían de la pesca.
Las primeras noticias escritas que se tienen acerca de las procesiones que en la Valencia marinera conmemoraban la Semana Santa datan de principios del siglo XVIII, en el Grao dónde, noticias no certificadas documentalmente, las remontan a los tiempos de San Vicente Ferrer, en el siglo XV.
Inicialmente, la Semana Santa Marinera de Valencia giraba en torno a las imágenes del Nazareno, del Cristo y de la Dolorosa.
En la imagen del Nazareno padeciendo camino del Calvario, se veían representados los marineros como cuando sobre su barca soportan los embates de los temporales.
El Cristo muerto en la Cruz con una indescriptible agonía mostrando la imagen de la muerte más dolorosa y cruel, rogando por los familiares ahogados en la mar.
Y la Dolorosa o Soledad, espectadora muda e impotente ante el sufrimiento de su Hijo, plasmando el dolor de las mujeres en la orilla esperando noticias de sus maridos que están en medio de una tormenta.
El Museo de la Semana Santa Marinera se encuentra en un barrio típicamente marinero.
Un antiguo molino de arroz se ha transformado en un museo y lo convierte en un auténtico templo de la Semana Santa Marinera.
La vistosidad de sus trajes tradicionales, la riqueza simbólica, la colección de estandartes, ornamentos, publicaciones, elementos patrimoniales de diferentes colectivos y otros efectos que se utilizan en las procesiones hacen del museo un lugar de referencia para entender cómo se vive y se siente la Semana Santa en estos barrios marineros.
El museo también es conocido como la “Casa-Museo Salvador Caurín», por quien fuera mentor y presidente de su Junta Mayor durante muchos años.
Al entrar en el museo sentirás el misticismo de este sitio que muestra el patrimonio artístico de las diferentes corporaciones, hermandades y cofradías de la ciudad.
Destacan las obras de escultores tan importantes como Mariano Benlliure, Bernardo Morales, Carlos Román, Vicente Salvador o Inocencio Cuesta, entre otros.
La exposición muestra la evolución de la Semana Santa a lo largo de los años. Llama especialmente la atención la exposición de trajes de personajes bíblicos del museo.
Y no es para menos, porque una de las peculiaridades de esta Semana Santa Marinera es que se realizan representaciones en vivo de los tres pasajes que se conmemoran en estas fechas: la Pasión, la Muerte y la Resurrección de Jesucristo.
Al mismo tiempo, el museo es un centro cultural en el que se celebran exposiciones temporales, conferencias, conciertos de música de Semana Santa y certámenes de bandas de cornetas y tambores.
La Semana Santa regresa todos los años junto a la primavera a la València marinera.
Entonces, el Marítimo rejuvenece de nuevo. Sus gentes y su historia vuelven a hacerse presentes en las calles.
Una fuerza invisible surge por doquier animando a los vecinos de este pueblo, nacido anclado en la mar, a prepararse para revivir un legado que les ha sido transmitido de generación en generación.
