Del 23 de septiembre hasta el 1 de octubre, Valencia celebra el evento ABIERTO-VALENCIA. Organizado por LaVac (Asociación de galerías de arte contemporáneo de la Comunidad Valenciana). Los organizadores esperan que el ABIERTO-VALENCIA se convierta en una celebración del arte y de la cultura para el público en general.
Para este evento, las galerías de arte que componen LaVac escogen lo mejor de su plantel de artistas tanto españoles como internacionales, consagrados y emergentes. El evento ofrece un amplio programa de actividades, visitas, encuentros, premios y fiestas en la línea de los eventos que se celebran en otros grandes núcleos del panorama internacional como el Gallery Weekend de Berlín o de Nueva York.
Especialmente queremos mencionar la Galería Punto en la calle Burriana
Una galería de arte pionera en España, fundada en 1972, que trabaja por la renovación constante de las propuestas artísticas, especializada en obras de arte y que ha trabajado durante ya más de cuarenta años por el descubrimiento y promoción de artistas y tecnologías innovadoras. Artistas de renombre mundial han expuesto sus obras en la galería como Adami, Alechinsky, Appel, Clavé, Dubuffet, Julio González, Grupo “El Paso”, Hartung, Donald Judd, …
Galería Punto ha sabido ocupar un lugar privilegiado en lo que se refiere al arte y ahora representa un ojo reflexivo de los acontecimientos sociales y culturales del momento que vivimos y de las tendencias del futuro.
Hasta el 13 de noviembre se puede visitar la exposición de arte de la artista valenciana Victoria Iranzo, de Utiel, aunque ahora está trabajando en Bruselas y Amberes.
Victoria Iranzo es de esas artistas capaces de derivar la pintura en extrañas imágenes obtenidas de encuentros inesperados. La suya es una pintura vivaz, subversiva, capaz de convocar lo político desde lo lúdico, lo simbólico desde lo imaginado.
Sus formas se nos muestran escurridizas, polimórficas, siempre incómodas de ubicar, como si quisiese ofrecerse a partir de dar rodeos con la imagen, con la pintura. Seguramente porque son la representación de una representación, de un objeto escultórico que se fragua de modo serendípico para más tarde imaginarse en un escenario pictórico que nos permite estructurar definitivamente la forma.
Es en esa distorsión de lo real donde encuentra el equilibrio y la armonía, el lugar de la pintura que no es otro que la muestra enmascarada del mundo de la artista. Dice que “somos, como nuestra obra, resultado de un proceso.” Nada más apropiado para entender que la pintura es un camino sinuoso, como los que abre el agua cuando encuentra resistencia. En las obras de Victoria siempre hay algo que está por ver. Es como si cada forma estuviese por encima de otra a la que no conseguimos acceder. Es una pintura plena en metáforas visuales, en la que el abismo se asienta en el exceso.
Por eso en la tentativa de acceder a la imagen sentimos que algo se nos escapa, que ver es perder. Porque la pintura tiene la capacidad de conformar realidades propias, pero también de trabajar un repliegue de la visión donde la realidad se embosca. Porque aquí la pintura viste y desviste, revela y desvela, expone y protege, como sus vestidos y escudos.
Una pintura cifrada, donde es posible detectar referencias fragmentarias, en línea con ese desbordamiento del motivo o texturas para inventar escenarios, formas abstractas que ocultan su razón de ser, una pintura paradójicamente siempre en proceso. Victoria no pinta directamente el lienzo, fiel a su descripción de que la pintura es un proceso, primero plasma una idea a un modelo o maniquí en miniatura, del cual luego sale el cuadro o el vestido. Desde el pequeño maniquí que vemos en la foto salía luego el cuadro representando los cielos de Amberes, Bruselas y Valencia.
Para quienes aún no saben qué hacer en Valencia, esta es una de las principales galerías de arte que la ciudad ofrece para el disfrute de locales y visitantes.
